EL mundo debe seguir protegiendo sus entornos digitales y mantenerse por delante de los ciberatacantes en 2022. Este año, los atacantes seguirán innovando, formando y reformando pandillas de ciberdelincuencia, empleando nuevas variantes de ransomware, refinando campañas sofisticadas de phishing y atacando a las cadenas de suministro de software para infiltrarse y perjudicar a las organizaciones, independientemente de su tamaño o sector.
En este contexto, es crucial adoptar una postura de ciberseguridad dinámica. Estas prácticas eficaces de ciberhigiene pueden ayudar a proteger su organización contra las ciberamenazas más comunes:
- Administre adecuadamente todas las credenciales corporativas y los métodos de acceso a sus sistemas. Los nombres de usuario y contraseñas son esenciales, y debe asegurarlos lo suficiente a través de una autenticación multi-factor y encriptación.
- Adopte una metodología de Zero Trust, limitando el acceso de datos a sus empleados solamente a la información necesaria para que puedan cumplir con sus responsabilidades laborales.
- Actualice su postura de seguridad con una tecnología que le brinde a su equipo de seguridad de TI una visibilidad del 100% en todo el entorno digital de la organización, incluyendo los dispositivos endpoint. A medida que el trabajo virtual e híbrido continúa, es esencial adoptar herramientas de ciberseguridad para proteger dispositivos diversos y geográficamente dispersos dentro del perímetro dinámico de su organización.
- Establezca un estándar alto de las mejores prácticas cibernéticas para sus empleados internos y socios de la cadena de suministro. Los atacantes seguirán aprovechando las vulnerabilidades de las cadenas de suministro con ataques sofisticados y dirigidos, por lo que las organizaciones deben centrarse no solo en su propia seguridad sino también en la de sus proveedores de confianza.
- Adopte herramientas de ciberseguridad basadas en IA de Autoaprendizaje para detectar y defenderse de ataques a velocidad de máquina en tiempo real, protegiendo su negocio contra interrupciones de sus operaciones normales.
Estamos ante un cambio significativo en la ciberseguridad; los equipos humanos tendrán que apoyarse cada vez más en las herramientas de inteligencia artificial para hacer frente a amenazas altamente sofisticadas.